Rosario, dinamitera. Joan Pàmies
Ayer falleció, a los 89 años, en Madrid la mujer a quien Miguel Hernández dedicó el poema Rosario, dinamitera. Esta extraordinaria mujer ha sido el ejemplo vivo de las jóvenes mujeres que defendieron Madrid desde la trinchera, en el Quinto Regimiento al lado del poeta. Sobre Rosario Sánchez Mora se ha escrito mucho y quiero destacar la biografía sobre ella de Carlos Fonseca, autor de Trece rosas rojas. Fue una gran mujer siempre solidaria y comprometida que superó con dignidad una vida muy dura: pérdida de la mano, cárceles, anulación de su matrimonio civil, enfermedades, hambre.., implicándose en la defensa de la libertad en el franquismo. Generosa con tod@s y amiga de los hernandian@s. Rosario siempre consecuente y muy activa, participando y aportando en los homenajes al poeta: en Madrid, en Alicante, en Elche, en Orihuela, en Euskadi…, en charlas sobre la guerra, la república, la sociedad, la solidaridad, la justicia. Su meta una sociedad más justa, más libre más humana. Sonriendo, dulce rosa roja, y como decía tu amigo Miguel: eres la nata de las mujeres, la espuma de la trinchera, digna como una bandera de triunfos y resplandores. Gracias por tu amistad.
viernes, 18 de abril de 2008
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